La tradición cascona dice que la última noche de febrero, los quintos y quintas del año han de cantar las marzas para dar la bienvenida a la primavera.
La actividad comienza al filo de la media noche, ante la puerta de la casa del alcalde, pidiéndole venia para empezar la ronda. Tras recorrer las calles del pueblo, los mozos ofrecen un refrigerio y baile a todos los participantes.
Al día siguiente reanudan la ronda, esta vez pidiendo el aguinaldo para costear el evento y otras actividades.
Os animamos a que, cada año, os unáis a esta bonita tradición.